A 34 AÑOS DE LA RENUNCIA DEL MONSEÑOR JULIO GONZALES RUIZ.

Corría los años de 1959 cuando llego a Puno un joven Obispo Julio Gonzalez Ruiz perteneciente a la Orden Salesiana , Huanuqueño de corazón, siendo nombrado como Obispo de la Diócesis “San Carlos Borromeo” de Puno, quien reemplazaba al Monseñor Alberto Detmamm quien la gobernó desde 1949 a 1959; los tiempos no eran como los de hoy, se respiraba un ambiente totalmente conservador, formal, recatado, años donde el dominio económico se centraba mucho mas en las grandes ciudades del país, donde los campesinos, ni obreros, trabajadores de clase media y mujeres, no tenían los derechos que hoy por lo menos se les declara. Monseñor Julio González Ruiz, entre los años 1959 y 1972, se destaco claramente por su cercanía a la gente, mas que todo con el campesino, su compromiso fue con el desarrollo de la deprimida población campesina de esta zona todo ello con su firme deseo de poner en práctica el evangelio de Jesús y el Concilio Vaticano II, con ello supo ganarse el aprecio y simpatía de toda la feligresía puneña.

En 1972 nuevos vientos soplan, la música gogo invade el planeta y Puno no es la excepción, el ambiente juvenil cambia, esta renovación juvenil es aprovechada por la Iglesia por tales razones se da vida a los grupos juveniles católicos y así surgen los mismos en nuestra ciudad, el Monseñor esta al lado de los jóvenes, comparte sus experiencias, baila con ellos, es el líder de los jóvenes de chuleta y melena, el Obispo es muy dinámico y entusiasta, no descuida las tareas sociales en favor de los mas pobres, , crea las Escuelas Radiofónicas, el Seminario de San Martín de Porres, da impulso a Radio Onda Azul, Crea Canal 2 de TV., impulsa la edificación de el Cristo del Altiplano, promueve la construcción trechos y carreteras para mayor comunicación entre otros, en medio de todo esto ya no quiere que le digan Monseñor sino simplemente Julio, su labor desconcierta a los católicos pegados todavía al pasado y no pueden comprender a un Obispo nuevo, con ideas nuevas y dentro de una etapa nueva. En Abril de 1972 se llega a saber que se había ordenado desde Roma que debería retirarse de la Diócesis de Puno, tal noticia impacto en los fieles de esta ciudad. El 13 de mayo del mismo año, Monseñor Julio Gonzales Ruiz, demacrado, un poco febril, DIJO ADIOS A SUS AMADOS FIELES DE PUNO al partir con rumbo a Lima, las causa de tales ordenes eclesiales no están esclarecidas, pero muchos observadores (como denota Alfonsina Barrionuevo en su reporte) han señalado que se reducido el número de madres indígenas, que ahogaban a sus hijos recién nacidos, o que los vendían ante el fantasma del hambre, se ha incrementado las artesanías en las comunidades, se ha abierto caminos, se ha luchado contra el analfabetismo, se ha dado trabajo y se ha llevado progreso a muchos pueblos, gracias a las instituciones creadas por el mismo como son LA OREC Oficina Regional de Educación Católica, CERPA Centro de Estudios y Reflexión Pastoral del Altiplano, CERA Centro de Estudios y Reflexión del Altiplano, CENCOS Centro de Medios de Comunicación Social, y CARITAS PUNO. Ante tal retiro forzado del Obispo de Puno, el 14 de mayo, fueron tomadas por los fieles la Catedral de Puno, La Parroquia San Juan, la Parroquia San Antonio y el local del Obispado, esto sucedió en 1972.